2 CRÓNICAS 20:1-28
Autor: Dr. Jorge Rodriguez-Sierra
INTRODUCCIÓN
Al enfrentar los eventos difíciles en la vida nos encontramos que en muchos de ellos no podemos hacer nada, que la solución está más allá de lo que podemos aportar en nuestras fuerza, recursos y conocimientos. Simplemente no tenemos cómo solucionarlos. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Qué hacer ante estos casos? Muchos optan por llenarse de pánico, entrar en depresión, hacer cuestionamientos, culpar a quien mas cerca este incluso culpar a Dios, hasta algunos se salen por la puerta del suicidio. ¿Pero cuál debe ser la actitud del cristiano ante este tipo de eventos donde no hay nada que hacer? La Palabra de Dios siempre es útil, lista a enseñarnos y en este pasaje del Antiguo Testamento nos dice claramente que cuando no se tiene la respuesta y el problema no tiene solución Dios nos muestra que es lo qué sí podemos hacer cuando no hay nada que hacer.
EL GRAN PROBLEMA
2º Crónicas 20:1–3 (RVR60)
“Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra. Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. Entonces él tuvo temor;..”
Josafat, rey de Judá, enfrenta un serio problema como consecuencia de haber hecho una alianza incorrecta con Acab el rey de Israel, por lo cual Dios le envía mensaje que serán juzgados y castigados por esta obra mala: “Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto.” (2 Crónicas 19:2). El castigo vendría en la forma de una invasión por un grupo de enemigos de Judá, este evento histórico ocurrió en el año 851 antes de Cristo.
La unión de todos estos pueblos enemigos de Judá hizo que el número de sus guerreros fuera muy numeroso, lo que ponía en una desventaja total a la nación de Judá por lo que antes de que esta invasión empezara la guerra estaba decidida, Josafat y su nación no podía hacer nada para poder salir victoriosos de esta guerra que en muy corto tiempo iban a enfrentar. Ante esta situación Josafat tuvo temor, es la reacción que cualquier persona si tuvieran que enfrentar algo semejante, por lo que Josafat estaba asustado, se mostraba ansioso y aprensivo. Este rey y su nación no tenían nada que hacer, solamente esperar que llegaran los invasores y los derrotaran en forma terrible y sufrirían las consecuencias causadas por estos hombres que los iban a derrotar y dominar. Todo estaba perdido, nada se podía hacer, solo esperar la derrota y sus consecuencias.
LO QUE SE PUEDE HACER CUANDO NO HAY NADA POR HACER
Josafat conocía bien a Dios y en la actitud que decide tomar ante está invasión inminente que van a enfrentar nos enseña 6 cosas que si se deben de hacer cuando aparentemente no hay nada que hacer; pero contrario a lo que una persona en forma lógica haría, Josafat decide hacer cosas que nadie en su sano juicio haría pero cuando se conoce a Dios podemos ver que cada una de sus acciones de este rey son las más adecuadas y esto le llevó a tener un desenlace que ni él mismo imaginaba.Estas son las 6 acciones que tomó:
1) HUMILLAR, CONSULTAR Y AYUNAR
2º Crónicas 20:3 RVR60
“Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.”
Por allí dicen que cuando ya todo lo veas perdido entonces busca a Dios para que te ayude. Que error tan mas grande, Josafat nos enseña que ante esta situación tan difícil en lugar de buscar consejo humano y huir, él prefirió primero buscar a Dios y empezó con las tres actitudes más ilógicas ante esta situación que enfrentaba, es más son las acciones más antibélicas que se pudieran pensar: humillarse, consultar y dejar de comer.
Humillar es colocar algo en el poder bajo y en el control de otra persona, es conceder , esta actitud nos habla de someterse a la autoridad de Dios reconociendo quien es Él; esto lo hizo para buscar y consultar Su dirección reconociéndolo como el Dios Todopoderoso. Finalmente anunció, con la autoridad que tenía como rey, que la población se abstuviera de tomar alimentos durante un determinado tiempo para dedicarlo a la oración, de está forma nada les iba a distraer al estar presentando esta petición.
Josafat pudo pedir liberación, demandar que Dios los librara, que les diera guerreros valientes y muchos armamentos, pero en lugar de ello se sometió en humildad a la dirección de Dios y lo mismo demandó de toda su nación.
El primer paso para llevar a cabo cuando no hay nada qué hacer es reconocer que Dios es Todopoderoso y sin Él estamos perdidos.
2) PEDIR SOCORRO
2º Crónicas 20:4 RVR60
“Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová.”
La nación se unió en un mismo sentimiento, presentando una misma petición, lo que querían es que Dios les ayudará ante esta situación que era imposible de resolver por lo que vinieron ante Su presencia.
Es vital acudir a Dios ante cualquier situación, Dios está listo para ayudar pero a veces el orgullo, la incredulidad y el pecado hace que el hombre no lo haga. Dios no es nuestro último recurso, Dios debe ser nuestro primer y único recurso. Solo después de abandonarnos a sus manos entonces debemos proceder a hacer lo que Él nos ilumine y nos guié.
3) NO OLVIDAR LO APRENDIDO
2º Crónicas 20:5–6 RVR60
“Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?”
Josafat al dirigirse a la nación hace algo muy importante, les recuerda el linaje al que pertenecían, ya que habían sido llamados y separados por Dios. Conocían a Dios porque sus antepasados les habían enseñado sobre Él, algo que tenían como un enorme privilegio que no merecían y era vital que todo lo había recibido a través de los tiempos como bendición no deberían olvidar.
Cuando hacemos un inventario de lo que Dios hace por nosotros en el pasado lo único que nos lleva es a reafirmar las promesas de Dios, qué nos muestran la fidelidad y el amor que Dios nos ha dado. Lo que Josafat y la nación de Judá sabían a la perfección es que Dios tiene el dominio y la autoridad sobre todo reino y nación en este mundo y que no hay nadie que pueda enfrentar a Dios, Él es soberano y Todopoderoso, sus tiempos son perfectos y podemos descansar en lo que Él es y en quién es Él.
Josafat sabía que Dios es soberano y que estaba en control de todos los eventos que estaban viviendo y podían descansar en las decisiones de Dios ya que estas son buenas.
4) SABER Y CLAMAR
2º Crónicas 20:7–9 RVR60
“Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre? Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás.”
El saber quien es Dios llevó a este rey a poder decir que no solo Dios era el Dios de sus antepasados sino también era el Dios de él y de su nación. Josafat sabía a la perfección la historia de su nación y como Dios les había constituido desde que llamó a Abraham para hacer una nación y que la tierra que habitaban Dios se las había dado para siempre.
No solo tenía este conocimiento sino Josafat sabía la razón de haber construido un Templo a Dios y que podían ir a este lugar a presentar en voz alta y con gran intensidad solicitar la ayuda de Dios cuando enfrentaran cualquier tipo de problema y sabía que Dios les iba a prestar atención para rescatarlos de cualquier daño o destrucción.
Conocer a la perfección su pasado, los convenios de Dios y su presencia le proyecta al hombre una confianza total en Dios al reconocer que su fidelidad nunca cambia.
5) EXPRESAR EL PROBLEMA
2º Crónicas 20:10–11 RVR60
“Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyese; he aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en posesión.”
Es interesante ver que Josafat también sabía que Dios había ordenado a sus antepasados, cuando tomaron la tierra prometida, que a esas naciones que ahora estaban por atacarlos no las destruyeran y expresa a Dios que ahora en lugar de estar agradecidos con Él por haber sido salvados del juicio de Dios ahora ellos son quienes vienen a atacarlos.
Este rey conocía la bondad de Dios expresada a los enemigos a pesar de saber que un día se levantarán contra su pueblo y también que la tierra que poseían era porque Dios como dueño de todo se las había entregado.
Tener los conceptos de Dios perfectamente claros hace que el hombre presente sus peticiones en forma correcta.
6) RECONOCER QUIEN SOLO PUEDE AYUDAR
2º Crónicas 20:12 RVR60
“¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.”
Hacer una reflexión profunda en todo estos atributos de Dios, su soberanía, su bondad, su fidelidad lleva a Josafat a expresar con todo su ser que Dios es su Dios y el Dios de Judá. Este rey reconoce que en sus fuerzas nada puede hacer, no le da miedo expresar su incapacidad total, su falta de sabiduría y conocimientos de cómo enfrentar el problema, por lo que dice yo y mi nación sabemos que nada podemos hacer y en lugar de tratar de buscar sabiduría y consejo humano, Josafat al estar humillado ante Dios, es que en ese momento vuelve sus ojos a Dios buscando su dirección y deja que Él sea quien actué, salve y decida lo que va a suceder. Está actitud de Josafat es una declaración de dependencia total en Dios, por lo que no siente dudas ya que Dios sabe mejor.
El cristiano necesita reconocer qué debemos depender en todo de Dios, sin Dios nada podemos hacer.
LA RESPUESTA DE DIOS
2º Crónicas 20:13–17 RVR60
“Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres y sus hijos. Y estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de la reunión; y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.”
Este evento era muy apremiante y difícil para la nación de Judá, lo podemos apreciar al ver que toda la nación incluyendo mujeres y niños estaban presentes ante Dios al presentar esta petición.
Cuando se presenta una oración honesta y sincera basada en quién es Dios y se reconoce la insuficiencia del hombre es que Dios no tarda en enviar una respuesta.
La contestación de Dios es directa, el problema ya no era de ellos a partir de ese momento ya que Dios lo había tomado en sus manos y estaba bajo su control, por lo que ellos ya no tenían porqué estar ansiosos, asustados o aprensivos, no tenían de qué preocuparse, ni estar desanimados, aterrados, confundidos o quebrantados.
Dios también les dice como Él los va a librar y los invita a ver cómo ellos van a ser librados sin tener que levantar un dedo, así va a ocurrir cuando somos capaces de dejar nuestros problemas en las manos y él control de Dios. Solo necesitaban hacer tres cosas: ir a donde Dios les mandó, ocupar ese lugar sin moverse de él y ver como Dios les iba a rescatar en una forma extraordinaria. Por ello Dios les vuelve a ordenar que no tengan miedo ni pierdan fuerzas ya que Él estará con ellos.
LA RESPUESTA A LAS PROMESAS DE DIOS
2º Crónicas 20:18–19 RVR60
“Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová. Y se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con fuerte y alta voz.”
La forma de contestar cuando Dios promete la victoria es responder con fe, sabiendo que lo que Dios promete se va a llevar a cabo; ante la promesa de Dios Josafat y Judá se inclinaron en una muestra de reverencia ante Dios al reconocer su grandeza y juntos le alabaron. Y de ellos salió un canto lleno de gozo y confianza. Las promesas de Dios deben llenarnos de gratitud y esta nos lleva a alabarlo a través del canto. La alabanza al menos en este pasaje no es un acto que preparó a Judá para escuchar a Dios, la alabanza salió en respuesta de un corazón que ya escuchó y le creyó a Dios.
LA DEMANDA A LAS PROMESAS DE DIOS
2º Crónicas 20:20–23 RVR60
“Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.
Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros. Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero.”
La seguridad y la confianza sale de tener fe en Dios. La fe no duda ni tiene miedo. Una vez leí un pensamiento que decía: el problema tocó la puerta, la fe en Dios abrió y no había nadie en la puerta. La fe expulsa el temor. También se debe creer a quienes comunican fielmente la Palabra de Dios de acuerdo a su consejo y al hacerlo van a tener la seguridad de salir victoriosos sobre la adversidad.
El canto que salió de estos hombres fue reconocer que el castigo que merecían no lo iban a recibir porque Dios es bueno y su bondad y amor es para siempre, así lo afirma el profeta Jeremías: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.” (Lamentaciones 3.22-26).
Ante los ojos del pueblo de Judá al momento de estar alabando vieron como sus enemigos fueron confundidos por Dios y ellos mismos cayeron en sus propias trampas y se mataron entre ellos. Judá efectivamente no tuvo que hacer nada, Dios peleó por ellos la batalla y les dio una victoria total.
LA VICTORIA OBTENIDA
2º Crónicas 20:24–28 RVR60
“Y luego que vino Judá a la torre del desierto, miraron hacia la multitud, y he aquí yacían ellos en tierra muertos, pues ninguno había escapado. Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho. Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beraca; porque allí bendijeron a Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beraca, hasta hoy. Y todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusalén gozosos, porque Jehová les había dado gozo librándolos de sus enemigos. Y vinieron a Jerusalén con salterios, arpas y trompetas, a la casa de Jehová.”
Nadie de los enemigos de Israel escapó del juicio de Dios, todos murieron por mano propia. No solo Dios les dio la victoria sin que ellos tuvieran que hacer algo sino que además les llenó de las riquezas que estos guerreros habían llevado consigo. Solo me pregunto ¿quien sale a pelear una batalla y se lleva consigo todas sus riquezas y toda su joyería fina? Pues Dios les confundió tanto que esto fue lo que hicieron los enemigos de Judá, llevaban tantas cosas valiosas que tardaron 3 días los judíos en recoger toda y cada una de las posesiones que llevaban consigo estos guerreros. Ser enemigo de Dios no hace sabio al hombre, podrá tener conocimientos pero no sabe como ponerlos en práctica. Estas naciones se habían salvado de recibir el justo castigo de Dios cuando ordenó que no los atacaran al entrar a la tierra prometida, pero en todo este tiempo no aprendieron su lección, olvidaron el poder de Dios, en lugar de buscar al Dios que los había perdonado tiempo después solo mostraron la dureza de corazón y terminaron como las otras naciones al recibir el juicio y sentencia que merecían y qué Dios en su bondad les había librado originalmente dándoles tiempo para arrepentirse y buscarlo..
El valle donde se juntó la nación de Judá la llamaron Beraca qué significa hablar de la excelencia de una persona, en este caso de Dios, nombrar así a este sitio fue un acto de acción de gracias. Las alabanzas a Dios no terminaron allí sino que continuaron, las ofrecieron en el camino y las continuaron al llegar al Templo.
Dios va a resolver nuestros problemas al pelear por nosotros cuando reconocemos nuestras limitaciones y se lo dejamos todo a Él. Al experimentar la bendición de Dios es cuando desde lo más profundo de nuestro ser sale una adoración genuina, llena de gratitud reconociendo la fidelidad, el poder, la soberanía y la misericordia de Dios
¿QUÉ HACES CUANDO NO PUEDES HACER NADA?
Generalmente ante los problemas tenemos la costumbre de pedir consejo a otras personas, tratar de usar nuestros propios recursos y fuerzas pero resolverlo, pero hacer esto solo nos llevará al fracaso y muestra que no reconocemos quién es Dios y desconocemos sus atributos.
Hoy ante tus problemas te invito a que hagas lo que hizo Josafat, manifiesta tu insuficiencia y déjalo en las manos misericordiosas de Dios. Al hacerlo podrás enfrentar estas circunstancias sin miedo al creer y recordar la fidelidad, el cuidado y el poder de Dios.
No hay problema mas grande que Dios, el problema es que olvidamos quien es Dios y ponemos por pretexto al decir que somos humanos, pero para un cristiano no hay excusa valida solo manifestamos que nuestra fe es débil y frágil por lo que se tambalea ante la menor circunstancia adversa, como las Escrituras nos dicen: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,… Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.” (Santiago 1:2,6).
Dios es digno de que le creamos y confiemos en Él. Entrega tu problema en sus manos, está quieto, confía y verás la salvación que Dios dará a cada uno de tus problemas que tengas o vayas a enfrentar.
Te invito a comunicarte conmigo con tus preguntas y comentarios a: esclabiblia@gmail.com