Marcos 3.31–35
AUTOR: DR. JORGE E RODRIGUEZ SIERRA INTRODUCCIÓN Marcos 3:35 “Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios,...” Muy seguido escucho el termino “hermanos separados”, el cual no se encuentra en ningún lugar de las Escrituras, o la afirmación de que los que pertenecen a una religión en particular son los que están bien con Dios, incluso escucho decir aun mas seguido que todos, sin excepción, somos hijos de Dios. Para poder entender que es lo correcto debemos ir a la Palabra de Dios y encontrar que nos dice sobre este tema. En este pasaje, que también es aparece en los Evangelios de Mateo y Lucas, podemos responder a una pregunta muy importante, ¿quienes son los que pertenecen a la familia de Dios? Es muy importante hacer notar que este pasaje al estudiarlo cuidadosamente no esta hablando de salvación del hombre, sino de cuales son las evidencias inequívocas que una persona forma parte de la familia de Dios. Y en este pequeño pasaje vemos un mensaje enviado, un mensaje recibido, una respuesta inesperada y una lección con implicaciones espirituales profundas. MENSAJE ENVIADO Marcos 3:31 “Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle.” Jesús por los milagros que estaba llevando a cabo la gente le seguían en gran número (Marcos 3:7-8), previamente Marcos nos dice que tan pronto llegaba Jesús a un sitio muchos se juntaban haciendo imposible que mas personas se acercaran (Marcos 2:2), la gente se amontonaba tanto que hacia imposible comer a Jesús y a sus discípulos (Marcos 3:20). Estas son las circunstancias previas que llevaron a la madre y hermanos de Jesús a buscarle. Este pasaje nos da la oportunidad de poder ver y conocer a la familia de Jesús aquí en la tierra y la relación real que tenia con ellos, si en verdad eran sus hermanos o no. Es interesante notar que durante el ministerio de Jesús su padre adoptivo ya no es mencionado por lo que se cree que ya había muerto. Lo segundo que llama poderosamente la atención es la mención de que Jesús tenia de hermanos, la palabra usada en este pasaje por Marcos es Adelphos , la cual también es usada por Mateo y Lucas en los pasajes paralelos, define a personas que tienen en común unos mismos padres o son hijos de una misma madre o padre; esta nos habla de una identidad sanguínea que los une. Marcos no solo nos dice que Jesús tenia cuatro medios hermanos de sangre sino que nos da sus nombres y hasta nos dice que tenia hermanas: “¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él.” (Marcos 6:3). Pablo posteriormente usa la misma palabra usada por Marcos para decir que Jacobo era el hermano de Jesús (Gálatas 1:19) Querer interpretar esta palabra tratando de decir que eran primos de Jesús y no sus hermanos, doctrina que surgió hasta el siglo III, es contradecir la Palabra de Dios para poder dar lugar y mantener enseñanzas falsas de que Maria siempre fue virgen, se requiere de una voluntad muy fuerte para negarse a entender la verdad y tener que tratar de arreglar las Escrituras para que acomoden a una creencia que no es posible sostenerla en ninguna parte de la Palabra de Dios. La razón que venía la familia de Jesús es porque no creían en él (Juan 7:5) y porque pensaban que Jesús había perdido la razón, estaba descontrolado, en otras palabras creían que estaba loco (Marcos 3:21). Por eso vinieron a Jesús para llevarlo con ellos, estaban preocupados. Al llegar al lugar donde estaba Jesús había tantas personas que no pudieron acercarse a él por lo que pidieron que si le hacían saber que le estaban buscando. Es interesante notar que la familia de Jesús incluida su madre no querían que Jesús continuara predicando y haciendo milagros. MENSAJE RECIBIDO Marcos 3:32 “Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan.” Las personas que se encontraban en la reunión le comunicaron a Jesús que su madre y sus hermanos le buscaban. Este versículo nos hace ver que las personas identificaban perfectamente a Maria como madre de Jesús y también identificaban a sus hermanos. Jesús se había criado en esa zona por ello no era difícil que ya se supiera a que familia pertenecía. Respecto a la forma en que las Escrituras nos hablan de Jesús en relación con Dios y en relación con Maria nos deja conceptos muy claros. La palabra Unigénito es la que se usa cuando se describe a Jesús en su relación con Dios y es mencionada 5 veces en el Nuevo Testamento (Juan 1:14, 1:18, 3:16, 3:18, 1 Juan 4:9). La palabra unigénito es un adjetivo que denota que es el único de su clase, no hay nadie mas con esa característica en especial. Cuando se refiere a Jesús como hijo de Maria se usa otra palabra totalmente diferente, esta es primogénito (Mateo 1:25, Lucas 2:7), la cual designa el primero en el orden de los nacimientos, dejando en claro que Maria tuvo mas hijos y las Escrituras no se desvían de esta afirmación. Cuando se usa el termino primogénito para Jesús en en las cartas de Pablo y el Apocalipsis es en relación a ser el primero en resucitar y definir su preeminencia. RESPUESTA INESPERADA Marcos 3:33-34 “El les respondió diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos? Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.” Jesús no atendió al llamado de su familia, en su lugar responde preguntando a los presentes quien es su familia. Era obvio que Jesús sabia quien era su madre y sus hermanos sin embargo su familia no le iba a interrumpir su misión que había venido a cumplir y aprovecho la oportunidad para decirles a los presentes que los discípulos que le seguían eran su familia inmediata. Jesús no desconocía a su familia ni les estaba faltando al respeto, pero tomo la oportunidad de esta interrupción para dar una enseñanza espiritual de gran importancia. LECCIÓN ESPIRITUAL Marcos 3:35 “Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.” Hacer la voluntad de Dios significa llevar a cabo o cumplir el designio, el deseo, el propósito y los mandamientos de Dios, quienes obedecen son los que pertenecen a la familia de Dios. Jesús dejo en claro al decir que los discípulos eran su familia que lo espiritual es lo mas importante para Dios. Los judíos se creían superiores a las demás naciones por ser llamados el pueblo de Dios pero estaban equivocados, para Dios lo importante es como estamos relacionados con él en el área espiritual, también nos dice que nadie esta imposibilitado para ser redimido por Dios a través de Cristo y llegar a formar parte de su familia. Las Escrituras siempre han enfatizado la obediencia a Dios. Este fue el mensaje que recibió el rey Saúl de parte del profeta Samuel: “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.” (1 Samuel 15:22). También lo vemos en este pasaje del Evangelio de Lucas que nos presenta a una mujer que puso en alto a Maria a lo que Jesús le respondió: “Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.” Haciendo un paréntesis y volviendo nuevamente al tema de Maria, Jesús deja en claro que su madre terrenal no tiene ninguna preeminencia o importancia en especial, ya que aquellos que oyeron la Palabra de Dios y ahora la obedecen son reconocidos como personas que son muy felices. Los que siguen a Jesús y ahora se someten en obediencia a la soberanía de él como Rey estos son lo que pertenecen a la familia de Dios. La salvación es por fe, aquellos que creen en el nombre de Jesús y le reciben (Juan 1:12); es el tema central de la salvación en toda la Escritura, creer que las obras salvan es negar lo que se afirma desde el Génesis hasta el Apocalipsis, el profeta Habacuc lo dice en forma clara: mas el justo por la fe vivirá (Habacuc 2:4) y Pablo lo cita textualmente en sus cartas a los Romanos y a los Gálatas. Una persona que no cree en Jesús como su Salvador le es imposible someterse a Dios. Sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). Tener fe implica haber nacido de nuevo, solo aquellos que han creído y se han arrepentido porque entendieron que estaban separados de Dios y por lo tanto perdidos son los que han nacido de nuevo (Juan 3:16). Así que si alguien dice que cree pero no obedece a Dios entonces no es parte de la familia de Dios, se engaña a si mismo y terminara alejado de Dios por la eternidad. El que ama a Jesús obedece sus mandamientos (Juan 14:15) y los verdaderos discípulos son aquellos que permanecen en la Palabra de Dios (Juan 8:31). Obedecer no da la salvación sino que ser salvos implica un cambio de mente que se ve cuando la persona se somete a Dios. Obedecer a Dios no es una obligación o una carga, al contrario es por haber recibido el perdón y la vida eterna de parte de Dios. Los que pertenecen a la familia de Dios se someten para obedecer no por obligación sino por agradecimiento. Pablo así lo explica: “Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:1-2).
¿ERES PARTE DE LA FAMILIA DE DIOS?
El fundamento de la familia de Dios es Cristo quien es el fundamento de la fe (Efesios 2:19-20). Ser religioso, cumplir con ritos y ceremonias y ordenanzas de una religión no traen consigo la salvación, ni le dan al hombre el derecho de pertenecer a la familia de Dios. El hombre en su orgullo y por su corazón duro no puede entender ni aceptar que en sus fuerzas jamás podrá encontrar el perdón de Dios. Pero lamentablemente prefieren poner su confianza en su religión, en su tradición, en la costumbre familiar, en lo que sus mentes les dictan y terminaran perdidos por la eternidad. Se llenan de obras para reclamar que son de la familia de Dios pero al final Dios les dirá yo nunca los conocí ya que sus obras fueron para ganarse la aprobación de sus semejantes y nunca buscaron agradar a Dios. Mateo nos dice sobre el juicio final: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” (Mateo 7:21-23).
La salvación es por fe, pero la fe lleva a obrar pero nunca obrar o hacer actos buenos lleva a la fe verdadera (Efesios 2:8-10), ninguna persona que creyó y fue cambiado por Cristo puede permanecer igual, nadie puede decir que tiene fe sin demostrarlo a través de sus actos, los cuales reflejan amor a Dios y amor al prójimo. Si no eres salvo entonces no puedes obedecer a Dios, te invito a que pongas tu fe en Cristo como Salvador y vengas a formar parte de la familia de Dios.
A ti que dices que conoces a Dios, ¿tus hechos revelan que eres de la familia de Dios? Te invito a que revises como estas viviendo tu vida, si esta refleja que no estas haciendo la voluntad de Dios te invito a que doblegues tu orgullo y hoy vengas en fe a los pies de Cristo y seas bienvenido a la familia de Dios.
Te invitamos a comunicarte con tus preguntas y comentarios a esclabiblia@gmail.com
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