AUTOR: Dr. Jorge Rodriguez-Sierra
INTRODUCCIÓN
Ezequiel 18:1–2 RVR60
"Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera?"
Ezequiel era un joven que se estaba preparando para ser sacerdote y servir en el Templo en Jerusalen pero antes de comenzar a servir Juda fue conquistada por Babilonia y él fue deportado. Sin embargo Dios le tenia destinado un servicio muy especial al ser llamado como el profeta que hablara al pueblo en el exilio y los enfrentara con su pecado y a la vez les diera profecías de un futuro increíble.
Es en medio de este libro que encontramos una doctrina fundamental sobre la responsabilidad del pecado y que la nación de Juda tenia el concepto equivocado. Este concepto es esencial para entender quienes somos y quien es Dios. Los conceptos que vamos a estudiar vienen directamente de Dios y el profeta solo los pone por escrito.
Los judíos tenían un dicho entre ellos que poniéndolo en palabras actuales diría así: Los padres comieron uvas agrias, pero la boca de sus hijos se frunce por el sabor, en otras palabras los padres cometen el pecado y los hijos son quienes lo pagan. Este era un concepto que estaba muy arraigado en la nación ya que el profeta Jeremías también lo menciona en su libro (Jeremías 31:29). Y algo que aun vemos cuando Cristo fue crucificado cuando dijeron: “Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.” (Mateo 27:25).
Dios habla a la nación a través del profeta haciéndoles evidente lo que él piensa sobre esta idea que ellos tenían, ya que creían que haber sido conquistados por Babilonia era un castigo por lo que habían hecho sus antepasados. Ellos no aceptaban su responsabilidad y que este castigo era consecuencia de las acciones directas de ellos. La nación solo escucho la primera parte de la razón del castigo que estaban recibiendo: “Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante,desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy...” (Jeremías 7:24-25) Las dos ultimas palabras “hasta hoy” no las recibieron solo pensaban en la responsabilidad de sus antepasados desde que salieron de Egipto y no en la responsabilidad de sus actos malos.
Ahora escuchemos lo que Dios dice al respecto para hacerles ver lo equivocados que estaban.
EL CRIMEN DEL HOMBRE
Para aclarar este concepto erróneo de la nación Dios primero nos presenta una declaración absoluta sobre la responsabilidad que tiene el hombre al cometer un pecado.
CASTIGO SELECTIVO
Ezequiel 18:3–4 RVR60
"Vivo yo, dice Jehová el Señor, que nunca más tendréis por qué usar este refrán en Israel. He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá."
Dios inicia haciendo un juramento por él mismo y lo afirma al darnos dos nombres de él, primero Jehová (“Yo soy”) el nombre propio con el que se dio a conocer a Israel y segundo Señor (Adonai) que significa “Amo de todo”. Al mencionar estos dos nombres le da una importancia extrema a lo que va a decir al dar a conocer que él es Todopoderoso y que es el Creador de todo, con ello afirma que jamas van a poder usar este dicho entre ellos después de lo que él va a declarar.
La declaracion: Dios dice que todos las vidas de los seres humanos son de él sin excepción y que el hombre que quebrantare o desobedeciere una ley divina va a morir. Esa sentencia Dios la dio desde un principio en el Huerto del Edén: “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” (Génesis 2:16-17). Pero la nación de Israel al igual que Adán y Eva cuando desobedecieron no se hicieron responsables de sus actos, Adán culpo a Dios por darle la mujer (Génesis 3:12) y la mujer culpo a la serpiente (Génesis 3:13). Es evidente que tanto los judíos de ese tiempo y todos los hombres hasta el día de hoy somos lentos y rebeldes para entender lo que Dios dice claramente, siempre andamos buscando culpables y no queremos aceptar nuestra responsabilidad.
Para que la nación pudiera entender mas claramente, Dios les va a dar tres ejemplos y así no pudieran alegar que seguían confundidos.
CASO 1
Ezequiel 18:5–9 RVR60
"Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la justicia; que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni violare la mujer de su prójimo, ni se llegare a la mujer menstruosa, ni oprimiere a ninguno; que al deudor devolviere su prenda, que no cometiere robo, y que diere de su pan al hambriento y cubriere al desnudo con vestido, que no prestare a interés ni tomare usura; que de la maldad retrajere su mano, e hiciere juicio verdadero entre hombre y hombre, en mis ordenanzas caminare, y guardare mis decretos para hacer rectamente, éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor."
En el primer ejemplo Dios nos presenta a un hombre que vive bajo un modelo de vida que obedece a Dios y lo demuestra con sus acciones. Este hombre demuestra con sus hechos que tiene una fe verdadera, como dice Santiago: “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.” (Santiago 2:17-18). Las obras no salvan como lo establece las Escrituras: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9). Pero las obras reflejan que la persona es salva ya que obedece a Dios. Quien viva una vida transformada por Dios y demostrada por sus acciones es quien vivirá eternamente.
CASO 2
Ezequiel 18:10–13 RVR60
"Mas si engendrare hijo ladrón, derramador de sangre, o que haga alguna cosa de estas, y que no haga las otras, sino que comiere sobre los montes, o violare la mujer de su prójimo, al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos, no devolviere la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos e hiciere abominación, prestare a interés y tomare usura; ¿vivirá éste? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morirá, su sangre será sobre él."
El segundo ejemplo que Dios da es el hijo del hombre que vivía en obediencia y que dio en el primer ejemplo. Este caso nuevo nos presenta a un hombre que su estilo de vida es totalmente contrario al de su padre. Es un hombre desobediente a Dios en todo y sus acciones solo son perversas. La pregunta que Dios hace al terminar de presentar el caso es que si este hombre va a vivir y la sentencia que da es absoluta, ese hombre va a morir físicamente sino también espiritualmente.. La expresión “su sangre sera sobre él” nos dice que el pecado y sus consecuencias caerán solo sobre la persona que lo cometió. Este hombre pecador va a recibir el justo castigo que demandan sus acciones malas.
CASO 3
Ezequiel 18:14–18 RVR60
"Pero si éste engendrare hijo, el cual viere todos los pecados que su padre hizo, y viéndolos no hiciere según ellos; no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; la mujer de su prójimo no violare, ni oprimiere a nadie, la prenda no retuviere, ni cometiere robos; al hambriento diere de su pan, y cubriere con vestido al desnudo; apartare su mano del pobre, interés y usura no recibiere; guardare mis decretos y anduviere en mis ordenanzas; éste no morirá por la maldad de su padre; de cierto vivirá. Su padre, por cuanto hizo agravio, despojó violentamente al hermano, e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su maldad."
Ahora Dios en el tercer caso nos presenta al nieto del primer ejemplo. Este hombre vive como su abuelo en obediencia a Dios desechando el ejemplo de su padre que vivió en pecado. Dios afirma que este hombre no va a pagar por los pecados de su padre sino que este va a ser juzgado por sus malas acciones.
Cada hombre a pesar de ser familiares en linea directa, ninguno sera responsable de las acciones del otro, solo serán responsables de los actos que ellos hicieron sean buenos o malos.
CASTIGO NO HEREDADO
Ezequiel 18:19–20 RVR60
"Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá. El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él."
Este concepto es esencial ya que deja sin excusas a todo hombre y Dios dice claramente que cada quien es responsable de lo que hace, no podemos pasar la culpa a otros, ni recibiremos el castigo que otros merecen por sus acciones.
La persona que peca esa va a morir, así es de claro este concepto. Ahora nos podemos contestar el porque todos vamos a morir y la respuesta es sencilla porque todos hemos pecado como lo leemos en la carta a los Romanos: “¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos....por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,..” (Romanos 3:9-18, 23).
Pero a pesar de que todos somos culpables, cada uno sera responsable de sus acciones; el hecho de que alguien haga algo peor o mejor que otro no cambia el veredicto de culpabilidad. En la corte de Dios no se califican las acciones del hombre por puntos, solo se medirá si se es culpable o inocente y como dice Santiago: “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.” (Santiago 2:10). Si alguien miente una sola vez le corresponde el infierno: “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Apocalipsis 21:8).
EL CASTIGO DE DIOS
El hombre ante esta declaración de Dios queda desarmado, no hay forma alguna que pueda salvarse a si mismo ya que los dos ejemplos que da Dios de una vida perfecta son imposibles de llevar a cabo, solo Cristo lo cumplió. Así cada hombre esta expuesto al juicio santo de Dios. ¿Hay solución al pecado del hombre?
CASTIGO PERDONADO
Ezequiel 18:21–22 RVR60
"Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá. Todas las transgresiones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo vivirá.
Al hombre pecador se le ofrece un estado nuevo donde todas sus acciones pasadas son perdonadas y es transformado para vivir en obediencia a Dios: “Apártate del mal, y haz el bien, Y vivirás para siempre.” (Salmo 37:27) y “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17).
De muerte a vida, es una condición que solo Dios puede dar, la religión solo consigue dar cargas duras imposibles de llevar y es incapaz de prometer vida eterna. Cuando Dios perdona lo hace sin reservas o condiciones, todo absolutamente todo es perdonado: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.” (Miqueas 7:18-19).
Un hombre perdonado por Dios es transformado para vivir una vida caracterizada por obediencia: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3:9-10)
LA RAZÓN DEL CASTIGO PERDONADO
Ezequiel 18:23 RVR60
"¿Quiero yo la muerte del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?"
Dios no se goza de que el hombre termine separado de él por la eternidad por ello declara: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9).
Si el hombre se arrepiente Dios le concederá el perdón de pecados y la vida eterna, todo esto solo por la bondad de Dios: “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” (Tito 3:4-7)
CASTIGO APLICADO
Ezequiel 18:24 RVR60
"Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones que el impío hizo, ¿vivirá él? Ninguna de las justicias que hizo le serán tenidas en cuenta; por su rebelión con que prevaricó, y por el pecado que cometió, por ello morirá."
¿Pero que les pasara a los que vivieron haciendo obras buenas al principio o se identificaban como hijos de Dios para después revelarse en contra de él? Ninguna de los obras buenas que hizo le salvaran ante Dios, seran juzgados por sus malas acciones y como consecuencia encontraran el juicio y castigo divino. Ante Dios no se juzgara usando una bascula donde se pesaran las acciones buenas y las malas y dependiendo del resultado se dará la sentencia, déjeme ponerle en palabras que pueda entender como Dios aplica el castigo, usted no ha matado a nadie por 62 años pero el día de hoy mata a alguien, cuando se presente ante el juez no le dejara libre porque no mato a nadie por 61 años y solamente una sola vez cometió este crimen en contra de su prójimo, usted estará frente al juez por su delito no porque antes no violo la ley, hacer lo bueno no le hace inocente o menos culpable de los pecados que comete, eso no tiene valor en una corte legal, se le juzgara por su obra mala y se le dará su castigo.
Usted dirá pero eran buenos y se decían cristianos, las Escrituras nos hablan de estas personas: “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.” (1 Juan 2:19)
UN CASTIGO JUSTO
Ezequiel 18:25–29 RVR60
"Y si dijereis: No es recto el camino del Señor; oíd ahora, casa de Israel: ¿No es recto mi camino? ¿no son vuestros caminos torcidos? Apartándose el justo de su justicia, y haciendo iniquidad, él morirá por ello; por la iniquidad que hizo, morirá. Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo según el derecho y la justicia, hará vivir su alma. Porque miró y se apartó de todas sus transgresiones que había cometido, de cierto vivirá; no morirá. Si aún dijere la casa de Israel: No es recto el camino del Señor; ¿no son rectos mis caminos, casa de Israel? Ciertamente, vuestros caminos no son rectos."
Ante esta afirmación de Dios el hombre queda sin forma de defenderse aparentemente pero siempre el hombre en su maldad y en su forma de negar o disminuir su responsabilidad tiene el recurso de Adán, culpar a Dios. Increíblemente antiguo pero es un recurso que continua siendo muy utilizado hasta el día de hoy y ante esta terrible e injusta acusación en contra de Dios, la cual no tiene base alguna, Dios nos da la respuesta y es clara: Dios es limpio y justo, las acciones del hombre al ser pesadas dan evidencia que estas no lo son.
Cada hombre sera juzgado por sus acciones y se le dará una sentencia justa pero si el hombre se aparta de la maldad reflejando que Dios es su Señor y le obedece entonces vivirá porque hizo algo muy especial, se detuvo a revisar sus acciones y tomo la decisión de arrepentirse pidiendo perdón y empezó a obedecer a Dios porque ya no vive bajo la esclavitud del pecado.
Si después de todo esto el hombre insiste en culpar a Dios de sus actos malos Dios vuelve a decir que las acciones malas han sido la decisión de ellos y de nadie mas así como el estilo de vida que decidieron seguir.
EVITANDO EL CASTIGO
Ezequiel 18:30–31 RVR60
"Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Convertíos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina. Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel?"
Debido a que Dios nos va a juzgar de acuerdo con cada uno de nuestros actos, por ello nos da cuatro ordenes porque Dios no quiere que usted muera eternamente, es una invitación que refleja Su amor, gracia, misericordia y paciencia.
Primera orden que Dios da es convertirse. Esto significa literalmente volver a Dios, es alejarse del pecado, en su aplicación es sinónimo de arrepentirse.
Segunda orden es apartarse. No es suficiente solo decir unas palabras que al final no son mas que eso, el arrepentimiento genuino lleva al hombre a rechazar el pecado al dejar el mal camino, ya no lo practica como estilo de vida, ya no lo busca intencionalmente, no lo justifica, no le causa gozo. El pecado ya no le traerá la ruina, en otras palabras ya no sera la prueba que no podrá superar llevándole a tropezar causando su muerte. Al apartarse del pecado dejara el camino que le llevaba a la muerte espiritual al ser cambiado por el camino que da vida eterna cuando se convirtió, y ese camino solo se consigue a través de Cristo: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6)
Tercera orden es echad de vosotros todas las transgresiones. Esto implica deshacerse de todos las acciones que han desobedecido a Dios, esto no es posible para el hombre por su naturaleza pecadora por lo que al verse incapaz de llevar a cabo esta acción es que entiende la necesidad de un Salvador que le libere de sus pecados y ese salvador es Cristo Jesús, de quien dice él Apóstol Pedro: “ quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.” ( 1 Pedro 2:24).
Cuarta orden es hacernos un corazón y un espíritu nuevo. Nuevamente algo imposible que el hombre en su esfuerzo pueda conseguir, por ello debe de doblegarse ante Dios y pedirle como el rey David lo hizo: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.” (Salmo 51:10). Mas adelante en su libro Ezequiel escribe: “Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.” (Ezequiel 36:24-27). Dios al final completara su obra en quien decidió arrepentirse y creer en él: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;” (Filipenses 1:6)
Las tres primeras ordenes nos hablan de la decisión de reconocer nuestra responsabilidad de los pecados que hemos cometido, al hacerlo nos llevara al arrepentimiento pidiendo el perdón de pecados y la ultima es someterse a Dios para que nos transforme y empecemos a obedecer para ello hay que hacer Señor a Cristo de nuestras vidas al creer en su nombre y recibirle en nuestro corazón y por ello tenemos el derecho legal de ser llamados hijos de Dios (Juan 1:12).
CASTIGO REEMPLAZADO POR VIDA
Dejemos de buscar culpables a nuestras malas acciones, a nuestra desobediencia a Dios, es hora de reconocer que no somos buenos que es cierto lo que Dios dice que somos malos y que estamos apartados de él y merecemos su castigo eterno. Cuando creemos lo que Dios dice nos deja derrotados y en bancarrota espiritual sin opción alguna que nosotros podamos hacer para poder ser declarados inocentes, por ello vemos la necesidad imperiosa de un Salvador que haya pagado cada uno de nuestros pecados y ese Salvador es Cristo, Dios mismo que se humano y vino a morir en una cruz para pagar en sustitución de nosotros el precio de la libertad del pecado. Ahora solo le queda creer lo que Dios dice creyendo que usted es pecador, arrepiéntase, crea en Jesús como Dios, Señor y Salvador y empiece a obedecerlo en gratitud.
No permita que la muerte le sorprenda sin tomar esta decisión y termine siendo encontrado culpable de sus crímenes y sea sentenciado a pasar la eternidad en el infierno como castigo de sus actos malos.
Usted hizo el crimen, usted paga el castigo. Es un asunto individual y algo que Dios ya soluciono solo necesita creer en Cristo. Le invito a poner su fe en Cristo al doblar su rodilla y reconocer sus pecados y perdirle perdon, como usted fracaso al dirigir su vida ahora pidale a Cristo que sea su Señor y le diriga en todo, cuando usted hace esto inmediatamante entrara en la familia de Dios y sus promesa de la vida eterna es suya, empieze a leer la Biblia (ahora si le va a entender), obedezca a Dios y busque una iglesia para congregarse donde se alabe y se enseñe las Escrtituas.
Le invito a comunicarse conmigo con sus preguntas y comentarios a: esclabiblia@gmail.com
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