Cinco Panes y Dos Peces
Quinta Parte: Jesús
Juan 6:1-15, 22-26
Autor: Dr. Jorge E. Rodriguez Sierra
Introducción
La familiaridad es un arma que puede hacer mucho daño. Vemos y sabemos cosas por tanto tiempo que ya no nos emociona, ni sorprende y termina perdiendo el valor que tiene. La familiaridad es sin duda algo que a los cristianos parece afectarles, saben y conocen cada historia de la Biblia por tanto tiempo que termina perdiendo su importancia y la relevancia que tiene para sus vidas. El milagro de la alimentación de los cinco mil es una historia que al ser estudiada cuidadosamente hay mucho que tiene para enseñarnos. Este quinto estudio concluye esta serie y tendremos la oportunidad de conocer mejor a Jesús, el personaje principal de este evento.
Jesús frente a la necesidad espiritual
Antes de este milagro, Jesús busco un lugar apartado para hablar con sus discípulos que venían de haber salido de dos en dos a llevar las nuevas noticias del reino de Dios (Marcos 6:30-32). A pesar de que Jesús les dio este tiempo a sus discípulos jamás perdió de vista a la multitud que llego a buscarlo (Marcos 6:34). Quizás alguien más incluso nosotros mismos nos hubiéramos enojado con esta gente y los hubiéramos corrido ya que ellos no le daban la oportunidad a Jesús de tener un tiempo privado para él y sus discípulos. El pasaje nos dice que Jesús al verlos (Mateo 14:14) tuvo compasión de ellos y empezó a atender a los enfermos y los sanaba (Marcos 6:34, Lucas 9:11) pero la razón de su actitud fue porque los vio sin dirección por lo que también les empezó a enseñar del reino de Dios. Jesús jamás se molesta porque los busquemos y siempre está atento no solo a nuestras necesidades físicas pero especialmente a las espirituales y no quiere que ni usted ni yo estemos sin dirección.
Jesús frente a las dudas (Juan 6:5-7)
Jesús a pesar de la multitud y de los discípulos no le impidió identificar lo que estaba pasando en el corazón de uno de sus discípulos y por ello probo a Felipe, porque a pesar de que aparentemente no había señales de un problema entre los dos, Jesús conocía el corazón de este y sabía que se estaba llenando de dudas y empezaba a alejarse de Él, como podemos ver en la forma que Felipe contesto a la pregunta de Jesús sobre donde conseguir la comida para alimentar a la multitud. Dios conoce a la perfección a cada hombre, aun no pronunciamos las palabras y Él sabe lo que vamos a decir (Salmos 139:4, Juan 2:24-25). Es fácil que el hombre mismo termine engañado por sus propias ideas creyendo que está cerca de Dios (Jeremías 17:9-10) pero como Él conoce al hombre, en amor lo va a confrontar para que se dé cuenta en realidad cual es su condición espiritual, así como lo hizo cuando hablo con la mujer Samaritana que le dejo en claro su condición de pecado en la que vivía (Juan 4:16-18). Así es el amor de Dios (Romanos 5:8) que no dejara al hombre como esta, sino que lo llevara a enfrentarlo con su pecado para que tenga la oportunidad de reaccionar y pueda arrepentirse.
Jesús frente a lo insuficiente (Juan 6:8-9)
Andrés y el niño con la comida nos muestran que Jesús está interesado en dos cosas: él no quiere que nosotros resolvamos los problemas solos sin su direccion y ayuda, ni quiere que nosotros nos quedemos con los brazos cruzados sin hacer nada y esperar que Él lo resuelva todo. Dios quiere que el hombre este dispuesto a servir y a participar, por lo que sí es capaz de entregarle lo poco que tiene, Él lo hará rendir de tal forma que la necesidad será resuelta. Es interesante notar que Jesús ya sabía lo que habría de hacer desde que les pido a sus discípulos que dieran de comer a la multitud y cómo iba alimentar a toda la gente pero Él quiso que sus discípulos participaran en este milagro. Lo último que Jesús les dijo a sus discípulos antes de ascender al cielo fue que salieran a trabajar compartiendo el evangelio con todos los hombres (Mateo 28:19-20), en realidad Dios no nos necesita pero en sus planes que son perfectos, Él decidió involucrarnos y darnos la oportunidad de obedecerle, de esta forma mostramos que nos sometemos a Él, le creemos y le amamos (Juan 14:15).
Jesús frente a las intenciones del hombre (Juan 6:25-26)
Se ha hecho muy popular la percepción de que Jesús es alguien dispuesto a pasar por alto los defectos y aceptar al hombre tal como es sin la necesidad de que este entienda su condición de pecado que lo separa de Dios (Romanos 3:23), este concepto es totalmente erróneo ya que la Biblia aclara continuamente que el hombre requiere reconocer sus malos caminos y pedir perdón (1 de Juan 1:8-10). Dios jamás ha cerrado sus ojos a nuestras fallas y declara enfaticamente que no somos buenos (Romanos 3:10-18), Él desea que nos demos cuenta de lo que hay en nuestros corazones y nos revela las verdaderas intenciones que hay detrás de cada una de nuestras acciones, es increíble pero Dios nos conoce incluso mejor de lo que nosotros mismos nos conocemos. Así que cuando la multitud después de haber sido alimentados por medio de este milagro busco a Jesús para hacerle rey, él los confronto en forma directa y les revelo a ellos la verdadera intención por la cual lo buscaban, no era para reconocerlo como el Mesias y someterse a él sino porque les había dado de comer. Jesús jamás tuvo miedo de enfrentar a la gente para declarar directamente lo que había en sus corazones y revelar las intenciones aunque esto fuera políticamente incorrecto. Jesús jamás busco que la gente lo aceptara diciéndoles lo que ellos querían oír. Que diferente es el ambiente ideológico actual en donde a nadie se le puede decir que está mal porque eso les ofende y hasta pueden demandar a quien se lo dijo. John MacArthur dice que no debemos detenernos de decir la verdad de Dios a otra persona aunque le sea ofensiva ya que esa persona continuamente ofende a Dios.
Usted frente a Jesús
Que diferente es Jesús tal como lo describe la Biblia al que se presenta por muchas religiones y predicadores en la actualidad. Pintan a Jesús como alguien de características europeas, blanco, con pelo largo y barba, sin olvidar ojos de color; el mundo ha olvidado que Jesús era judío y por lo tanto su aspecto físico debió haber sido muy diferente. Desde su apariencia el mundo ha querido hacer su propio Jesús, uno que sea conveniente a sus ideas y pensamientos, olvidando totalmente lo que la Biblia nos dice.
¿Qué nos dice este pasaje de Jesús? Primero que tiene las mismas características de Dios, conoce los corazones e intenciones del hombre, fue capaz de hacer cosas que son imposibles de llevar a cabo como el alimentar con tan poca comida a una multitud de más de quince mil personas y que al final todavía se pudiera recoger doce canastas de la comida que sobro. Este evento deja evidencias contundentes de que Jesús es Dios.
Queda claro que Jesús jamás perdió de vista a la multitud, pero al mismo tiempo tuvo tiempo para sus discípulos y nunca paso por alto al individuo y sus necesidades espirituales. Es muy reconfortante saber que Dios está en control del mundo y ve por todos en conjunto, pero eso no le impide dar un tiempo especial a sus hijos (en este evento fue a sus discípulos) y también nunca dejar de estar al pendiente del hombre en forma individual. Nada escapa a su atención y cuida de todos en general y en lo individual, definitivamente que extraordinario es Dios, lleno de amor, de gracia y misericordia a pesar de que no lo merecemos.
Si el hombre es capaz de poner en las manos de Dios lo que tiene por más poco que sea, Él hará cosas increíbles. Quizás nada sorprendente ocurre hoy en día porque el hombre ha dejado de creer, es incapaz de rendirse y entregar a Dios lo que es de Él. El profeta Malaquías inspirado por Dios reto al pueblo judío (Malaquías 3:10) a que diera a Dios sus diezmos y ofrendas y al hacerlo así Él abriría las ventanas del cielo y las bendiciones iban a abundar.
Jesús jamás paso por alto los errores y las malas intenciones de sus contemporáneos, ¿qué le hace pensar que el día de hoy será diferente? La Biblia nos dice que Jesús es el mismo ayer, hoy y mañana (Hebreos 13:8), el mundo desea hacer de Jesús lo que mejor le conviene, pero Jesús no está al servicio ni al capricho del hombre, Él nos enfrenta con su Palabra y lo que dejo escrito no es bien recibido por el mundo porque dice que nadie es bueno, que todo hombre esta perdido, por ello solo la muerte y la separación eterna es la que le espera (Romanos 6:23), el hombre está en una condición de fracaso total y requiere desesperadamente un Salvador (1 Juan 4:14), sera la responsabilidad de cada hombre creerle o seguir viviendo en la mentira que se ha inventado de que porque hay gente socialmente peor que ellos o porque hicieron obras buenas eso los va a liberar del Juicio justo de Dios (Mateo 7:21-23). Que esquivocados estan.
Lamentablemente nos hemos familiarizado tanto con Jesús que no podemos entender la razón por la cual vino a vivir como un hombre dejando su casa celestial (Filipenses 2:5-8) y por ello el hombre ha dejado de creerle, de obedecerle y de someterse totalmente a Él. No permita que le engañe su religión, le invito a que abra su Biblia y deje que Dios le hable a usted directamente. No deje que sus conocimientos religiosos lo lleven a creer que somos iguales a Jesús, que usted le puede ordenar y exigirle, y que Él no juzgara al mundo y quien decidio no creer en él terminara separado de Dios por la eternidad. No olvide que Jesús es como lo describe la Biblia y no como usted lo quiere acomodar para que este de acuerdo con sus ideas.
Y para usted ¿quién es Jesús? Su respuesta le va a definir su eternidad, por ello le invito a que se arrepienta de sus pecados y ponga su fe en él; a partir de ese momento usted sera reconocido como hijo de Dios y su lugar en el cielo estara separado (Juan 1:12, Juan 14: 1-3)
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