La religión que Dios aprueba
Santiago 1:26-27
Autor: Dr. Jorge Eduardo Rodríguez Sierra
Introducción
De acuerdo con datos del internet se menciona que hay alrededor de 3,200 a 4,200 diferentes religiones en el mundo. Otros dicen en realidad solo existen 19 religiones bien establecidas y de estas se derivan las demás haciendo muy grande este número. Entre tantas opciones surge la pregunta ¿cuál es la religión correcta? Nuevamente tenemos que recurrir a la Palabra de Dios para que podamos establecer cuál es la religión que Dios acepta.
Creerse religioso (Santiago 1:26)
"Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana."
Santiago, uno de los líderes de la Iglesia de Jerusalén, es quien inspirado por Dios al escribir su Epístola establece la religión que Dios aprueba.
Santiago primero nos dice en este versiculo cuál es la religión que Dios descalifica pero antes de mencionarla será importante definir una par de palabras usadas en este versículo. El término que se usa para definir a la religión que Dios no aprueba es la palabra vana cuya raíz griega es mataios la cual significa sin uso, vacía, sin fruto e inútil. La palabra religioso empleada por Santiago proviene del griego thrēskōs la cual señala al individuo que demuestra respeto por Dios. Santiago nos dice que ser religioso va de la mano con lo que sale de la boca del hombre porque el respeto a Dios se manifiesta al controlar la lengua.
Mucha gente cree que por afiliarse a un sistema religioso, asistir o cumplir con las demandas o tradiciones de esa religión eso los hace estar bien con Dios. De nada sirve afiliarse a una religión si el hombre sigue siendo el mismo, si no ha mostrado una transformación en su conducta y continúa insultando, blasfemando, maldiciendo, injuriando y mintiendo como parte de su estilo de vida. Jesús nos dice que de la abundancia del corazón habla la boca (Lucas 6:45), si el hombre se ha sometido a Dios entonces lo va a reflejar en la forma que habla y se expresa. Por ello un hijo de Dios no debe maldecir, insultar, ofender, levantar falsos, burlarse, ni decir cosas obscenas. Si el hombre es de verdad religioso lo demostrara con su forma de hablar, si su hablar es perverso entonces su religiosidad no le sirve de nada y el único engañado es él, ya que a Dios no se le puede engañar (Gálatas 6:7).
La religión que no es útil nos habla del individuo que no se ha sometido a Dios en obediencia y por consiguiente no vive lo que la Biblia dice, este hombre en realidad nunca se ha arrepentido de sus pecados ante Dios y no ha reconocido a Jesús como su Salvador personal por lo que no ha experimentado un nuevo nacimiento (Juan 3:3) y sigue siendo el mismo porque Dios no lo ha transfromado (2 de Corintios 5:17). Su hablar lo denuncia como un religioso vacío e inútil.
La religión aprobada (Santiago 1:27)
"La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo."
La religión que Dios aprueba está libre de impurezas y no presenta mancha alguna. Lo que más sorprende es que no hay algún señalamiento que nos identifique a una religión en particular, así que no importa los argumentos que alguna religion presente, Dios no la reconoce como la única o superior a las demás. Es obvio que las que contradicen lo que Dios dice en la Biblia están desacreditadas como las que desconocen a Jesús como el hijo de Dios, o que ponen a otra persona al mismo nivel de Jesús, o enseñan que por obras se alcanza la salvación, entre otras enseñanzas falsas. Está bien establecido en la Biblia que solo hay un Dios (1 de Timoteo 2:5), solo hay un camino para reconciliarnos con Él (Juan 14:6) y que esto es posible por el sacrificio que hizo Jesús al morir en la cruz (Romanos 5:10). Pero entonces ¿cuál es la religión real?
Dios en este pasaje de Santiago nos dice que la religión aprobada por Dios es la que cumple con dos características.
La primera característica es ayudar a huérfanos y a viudas. En el Antiguo Testamento podemos leer que Dios le pidió a su pueblo por medio del profeta Isaías que se hiciera justicia a los huérfanos y ayudaran a las viudas (Isaías 1:17) ya que en esa época estos no tenían forma alguna de sustento ni había quien los defendiera, por lo que estas personas no podían restituir la ayuda que recibían y las personas que les ayudaban lo tenían que hacer de corazón. Lo que Dios está diciendo en este versículo es que cuando se ayuda a una persona se haga sin esperar nada a cambio.
Lamentablemente la mayoría de las ocasiones que una persona presta ayuda a otra es pensando que un día no muy lejano le va a pasar la factura, por lo que en realidad el servicio que se le presto no salió de un corazón generoso y amoroso. Es muy común que los religiosos hagan actos buenos pero no vienen del corazón, lo hacen porque con ellos quieren ganar el cielo, también para que Dios se vea obligado a que les ayude y les conteste sus peticiones tal como ellos quieren, y finalmente para impresionar a sus semejantes al aparentar que son personas muy buenas.Un ejemplo que vemos con frecuencia es el político que busca y saluda al pobre, lo escucha, lo abraza y se toma la foto porque solo quiere que vote por él pero una vez que gana en las elecciones se olvida de ellos y no les da la ayuda que les prometió.
Nuestra ayuda debe salir en respuesta del amor que hay en el corazón, amor que Dios nos dio primero cuando recibimos su perdón al rendirnos ante Él y creímos en su hijo Jesús como nuestro Salvador. No se puede dar lo que no se tiene, si no se ha experimentado el amor de Dios entonces es imposible dar amor verdadero porque Dios es amor (1 de Juan 4:8). La religión real se trata del individuo que es capaz de dar sin esperar nada a cambio.
La segunda característica de la religión que Dios aprueba es todavía más difícil ya que Él pide que el hombre se guarde sin mancha del mundo. En otras palabras el hombre no debe de contaminarse con lo que el mundo piensa, dice y hace (1 de Juan 2:15) sino que debe someterse totalmente a Dios en obediencia y debe cumplir con lo que Él pide en su Palabra. Dios manda que se le ame sobre toda las cosas y que sea Él quien ocupe el lugar central de la vida de cada hombre (Éxodo 20:3-6, Deuteronomio 6:5). Mantenerse sin mancha del mundo es imposible, el hombre es imperfecto y su naturaleza es pecar pero quien se arrepintió de sus pecados y puso su fe en Jesús ha nacido de nuevo y Dios le da una nueva naturaleza por lo tanto el estilo de vida de este hombre presenta un giro de 180 grados y ya no es el mismo, puede tropezarse y pecar pero ya no lo disfruta, ni lo hace por costumbre e inmediatamente hay una convicción de que se actuó mal en contra de Dios y pide perdón (1 de Juan 2:1).
El hombre que ama a Dios y se somete a Él en obediencia y ama a su prójimo este es quien pertenece a la religión que es aprobada por Dios.
Es un asunto personal
La religión real consiste en demostrar a través de nuestros actos que es Dios quien está en control de la vida del que profesa ser cristiano. Las personas creen que el cristianismo se trata de pertenecer a una religión, pero el cristianismo no es un sistema religioso, es un estilo de vida. Usted no puede decir que es cristiano sino no lo demuestra con sus hechos.
Es lamentable que haya religiones que pregonen que son la primera y la verdadera Iglesia, en este pasaje Dios nos dice claramente que la verdadera religión no es una organización humana sino que se trata de una relación personal entre Dios y el hombre que Jesús hizo posible al morir en la cruz y se demuestra con el hablar y con los hechos haciendo evidente que Dios es el Señor de la vida de esta persona. No entienda mal, no son los actos lo que hacen a un hombre cristiano, sino que estos demuestran el cambio interno que Dios opero en ellos. La verdadera religión es cuando el hombre entiende la verdad de Dios tal como lo dice la Biblia, esto le lleva a arrepentirse de sus pecados, creer y confiar en Jesús entonces en consecuencia hay una transformación espiritual, este cambio no puede esconderse haciendose visible a través de los actos de esta persona.
Lo invito a que haga a un lado su orgullo religioso y valore con toda honestidad si su vida refleja lo que Dios dice en su Palabra. La religión nunca ha salvado, es solamente Jesús quien hace posible la reconciliación con Dios, la Biblia enfáticamente nos dice que solo hay un mediador entre Dios y los hombres y este es Jesús (1 de Timoteo 2:5). Si usted al valorar sus acciones encuentra que es un religioso inútil y no presenta las características que este pasaje señala entonces tiene un problema personal con Dios por lo que necesita arrepentirse y poner su fe en Jesús, solo así usted será transformado para empezar a vivir una vida totalmente diferente y formara parte de la religión que Dios aprueba.
Lo invitamos a comunicarse con nosotros con sus preguntas y comentarios a: esclabiblia@gmail.com