Autor: Dr. Jorge E. Rodriguez Sierra.
Introducción
Una tarjeta de presentación o de negocio dice mucho de una persona, nos da los datos necesarios para saber quién es esa persona, lo que representa y los servicios que presta. El Apóstol Pedro al iniciar su segunda carta en los dos primeros versículos se presenta a sus lectores y de estas palabras podemos conocer mejor que creía y motivaba a este hombre.
Analizando las partes de la tarjeta
Las cartas en ese tiempo tenían la característica de empezar con la firma del autor para después escribir el mensaje, totalmente diferente a como lo hacemos en la actualidad. Hacerlo así validaba el mensaje a los que recibían la carta.
A )El nombre
Este Apóstol inicia está carta presentando los dos nombres con los cuales era conocido, su nombre original y él que Jesús le dio. Simon era su nombre de nacimiento y este significa endurecimiento, al empezar está carta dando su nombre original nos dice que este hombre jamás olvidó y dejó de reconocer lo que fue su pasado. Su segundo nombre Pedro significa roca, este nombre es el que Jesús le dio después de confesar que Jesús era el Cristo el Hijo de Dios viviente mateo 16:15-18 Este hombre no perdió su entidad más siempre manifestó en que fue convertido. De endurecido a un hombre que Jesús se volvió su roca, su fundamento (1 de Pedro 2:4).
B) Su título
Pedro después de dar su nombre a los lectores de está carta, da la descripción de cómo él se ve a sí mismo.
Siervo. Pedro inicia declarándose un siervo, la palabra griega original Doulos habla de un esclavo, este hombre era alguien que voluntariamente había entregado su voluntad a otra persona para quedar bajo sus órdenes y ponerse a su servicio. Además al usar este término Pedro demuestra que para él no hay en su persona un rasgo de distinción o superioridad, al contrario se declara igual a los demás.
Apostol. La palabra Salah significa enviado, esto implica algo que deja un lugar por un movimiento que lo lleva a otro sitio siempre con un propósito. De acuerdo a la Biblia un Apóstol era alguien que debía llenar este requisito: haber estado todo el tiempo junto con Jesús desde su bautismo hasta su ascensión y haber sido testigo de su resurrección (Hechos 1:21-22), por eso en la actualidad no existen Apostoles y quien se declara como uno está en un error y desafía lo que Dios establece claramente en su Palabra. Simón Pedro tenía todo para darse a conocer como alguien importante, superior, a quien debían oír por sus logros, por haber sido el cabecilla de los doce Apóstoles, pero en su escrito se revela como un hombre que se ve igual a los demás, que no olvida su origen, que deja en claro que es alguien que fue transformado, que ahora está bajo autoridad y que su vida es obedecer para compartir lo que vio y de lo que fue testigo. Un hombre sin orgullo, sin reclamar méritos propios, sólo así es como Dios puede usar a un hombre en forma efectiva y poderosa. Este hombre caminó sobre el mar, hizo milagros extraordinarios, escapó en forma sorprendente de una cárcel pero eso nunca le nubló su visión de lo que era un hombre que había sido perdonado, había sido transformado y ahora alguien dispuesto a servir sin reserva alguna.
C) Al servicio de. Pedro inmediatamente establece que Jesús es a quien está sirviendo, es su amo y sólo de Él recibe órdenes. Pedro había abandonado a Jesús cuando fue arrestado y lo negó en tres ocasiones, pero después de la resurrección de Jesús todo cambio. Pedro se reconcilió con su su antiguo Maestro y ahora su Señor, Jesús le ordenó a seguirlo y muchos años después Pedro seguía obedeciendo a está orden de Jesús (Juan 21:15-19). Para Pedro el vivir era estar al servicio de Jesús de la misma forma que Pablo afirmaba estar bajo las órdenes de su Salvador (Gálatas 2:20).
D) Lo que lo distingue. Ahora Pedro se centra en una sola cosa que lo domina y está es la Fe. En forma muy concisa describe lo que cree y lo transformó en otro hombre. La fe de acuerdo a la Biblia se define de la siguiente forma: lo que la persona espera no es una promesa o algo probable sino una realidad absoluta, además lo que no ha visto tiene la convicción absoluta de que lo va a ver de tal forma que es igual a tener algo que lo puede tocar con su mano (Hebreos 11:1).
Y Pedro nos da cinco características de la fe:
1)A los que habéis. La fe nos habla de un grupo selecto de personas. La fe no es algo que posee todo hombre (Mateo 20:16, Hebreos 4:2).
2)Alcanzado. La salvación se recibe por designio divino cuando el hombre pone su fe en Jesús, no es por un logro personal, no es algo que el hombre lo pueda conseguir o pueda ayudar en ello (Tito 3:5).
3)Por la justicia de Dios y de Jesucristo. La justicia es hacer lo requerido de acuerdo a un estándar establecido, pero el estándar de Dios es imposible que hombre alguno pueda cumplirlo y solo por la fe en Jesús es que el hombre recibe la justicia de Dios al ser perdonados de sus pecados ya que Jesús pagó en sustitución del hombre (1 de Pedro 2:24). La fe permite que Dios sea mi Dios, esto habla de una relación personal (Romanos 8:15, Juan 1:12) y Jesús se le reconoce como El Salvador (2 Pedro 1:11).
4) Preciosa. La fe tiene un valor deseable, es excelente, honorable, correcta y virtuosa.
5) Igualmente que la nuestra. Aquí queda bien establecido que solo existe una fe, no hay lugar a creer en algo diferente a lo que Dios dice (Romanos 1:12). El hombre en la actualidad busca puntos que se asemejen entre sus religiones paganas y la cristiana, pero eso es erróneo, existe solo una verdad y la verdad está contenida en la persona de Jesús y Él es el único camino que conduce a Dios (Juan 14:6) y no hay otro nombre en el que podamos ser salvos por lo que no hay familiares de Jesús que salven o ritos religiosos que llevan al hombre vivo o muerto al cielo (Hechos 4:12). No se puede creer en algo diferente a lo que Dios dice en su Palabra y estar bien con Él (Gálatas 1:8, Efesios 4:13).
Lo que ofrece la Fe
La fe ofrece gracia y paz, y estas pueden ser multiplicadas. La Gracia es recibir algo que no se merece (Romanos 5:8, Efesios 2:5,8), en la muerte y resurrección de Jesús el hombre encuentra el perdón de pecados ya que Jesús fue quien recibió el castigo severo de Dios en favor de nosotros. La Paz nos habla de la tranquilidad, el descanso, la fuerza y la entereza de enfrentar lo que tengamos que vivir en este mundo ya que Jesús nos sostiene porque depositamos la fe en él (Juan 16:33, Romanos 5:1, Filipenses 4:7). Pedro nos dice que está gracia y paz pueden multiplicarse, en otras palabras podrán experimentarse hasta su máxima capacidad y estas van abundar (Romanos 5:20, 2 de Corintios 4:15). Las bendiciones de Dios no tienen límite y provienen siempre de Él (Santiago 1:17). Es solo a través del conocimiento de Dios y de Jesús que la gracia y la paz se multiplicaran. Esto requiere compromiso, deseo y humildad para ser dirigidos por el Espíritu Santo al leer diariamente la Palabra de Dios. Jesús ordenó estudiar detalladamente la Biblia (Juan 5:39) y toda ella es inspirada por Dios y es útil para enseñar (2 de Timoteo 3:16).
Cartas abiertas
La tarjeta de presentación de Pedro nos dice cómo se veía este hombre, alguien dispuesto a servir a Dios sin ser diferente a los demás y listo a proclamar todo aquello de lo que fue testigo. Su motor era lo que creía y solo aceptaba lo que vio, oyó y aprendió, para él solo había una sola fe, solo un Dios y solo un Salvador. Pedro nos afirma que solo en Jesús se puede experimentar la gracia y la paz de Dios y nos exhorta a crecer en el conocimiento de la Palabra de Dios (1 de Pedro 2:2). Lo que usted cree es lo que lo define, lo que hace en respuesta a lo que cree es su tarjeta de presentación a los demás. La Biblia nos dice que nuestras vidas son cartas que lee toda persona y que deben reflejar a Jesús (2 de Corintios 3:2-3), Pedro en su vida así lo hizo y lo dejó plasmado por escrito en la introducción de está carta. Qué tipo de tarjeta de presentación es la que ven los que conviven con usted? Mi oración es que sea usted tenga la misma fe que Pedro tenía basada en lo que dice la Palabra de Dios, si no es así lo invitó a poner su fe en Jesús y arrepentirse de sus pecados (Hechos 3:19). Busque crecer en el conocimiento de Dios al leer diariamente la Biblia (Hechos 17:11), busque una Iglesia que proclame la verdad de Dios sin adulterarla y asista a ella (Hebreos 10:25), y finalmente viva una vida que representante que Jesús es su Señor (Gálatas 2:20, 1 de Pedro 1:15-16).
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